
La atención plena implica atención plena y es una invitación a practicar el enfoque en el presente en lugar de preocuparnos por el futuro o quedarnos en el pasado. Centrarnos en lo que sucederá y en lo que ya sucedió nos impide tomar decisiones y vivir plenamente el presente.
Esta técnica está en línea con la Terapia Gestalt y el Budismo Zen, donde las manifestaciones de los acontecimientos presentes deben vivirse intensamente, pues sólo el momento puede vivirse en toda su potencia.
Vivimos en una era de hiperconectividad, pasando la mayor parte del tiempo conectados a internet. Este cambio de comportamiento ha tenido un gran impacto en nuestra salud y productividad, generando ansiedad, depresión y sentimientos de dependencia.
Para lidiar con todo esto, un consejo es practicar la meditación. Vaciar la mente puede ayudar a que las ansiedades y preocupaciones pasen sin agobiarte, dejando solo el momento presente. Así, puedes tomar decisiones en el aquí y ahora, con toda tu atención centrada en los problemas y las posibles soluciones del momento.
Un consejo para practicar la atención plena es respirar con naturalidad, relajarse y concentrarse en las sensaciones… concentrarse en el movimiento del estómago, el pecho y la nariz. Si la mente se distrae, regresa la atención, respira… concentra tu atención en algo de tu vida diaria y luego en el aquí y ahora.
¿Te gustó el mindfulness? ¿Qué te parece aplicar esta técnica en tu vida y sentir los resultados?