La Ley General de Protección de Datos, Ley 13.709/2018, fue creada para proteger la privacidad de los datos de los ciudadanos brasileños, garantizando que su información personal no sea transmitida a terceros sin su consentimiento, aumentando así la seguridad y protección de los datos personales.

Esta ley obliga al sector a cambiar la mayoría de sus procesos, desde la selección hasta el despido de empleados, pasando por los datos de candidatos, clientes y proveedores.

Para que una empresa cumpla con la normativa, el primer paso es realizar un diagnóstico preciso del volumen y el flujo de información, buscando así implementar un cambio de cultura. Dado que el sector de recursos humanos implica actividades que implican el registro de datos personales, el área deberá reestructurarse y el acceso a la información se restringirá únicamente al personal autorizado.

Cabe destacar que la Ley se aplica no solo a los medios digitales, sino también a los físicos, como archivos y documentos. En este sentido, la LGPD es la legislación brasileña que establecerá parámetros para las actividades relacionadas con el tratamiento de datos, con el objetivo de proteger la privacidad y la libertad de las personas, que son derechos fundamentales.

Otro ejemplo práctico que podemos analizar con la nueva ley es el uso de las fotos para el empleado del mes. Con la LGPD, esta forma de comunicación interna deberá replantearse. Las empresas desean reconocer a sus empleados, pero a menudo cometen errores al usar sus datos e imágenes. Una foto es un dato personal que requiere autorización previa para su divulgación. En este sentido, la empresa debe elaborar un documento solicitando la autorización y el consentimiento expreso por escrito.

Entre otros puntos, la LGPD en RR. HH. debe establecer nuevas formas de almacenamiento de datos, además de redefinir las prácticas de conservación y garantizar la protección de la información durante la permanencia del empleado en la empresa. Si la organización incumple las disposiciones, estará sujeta a multas y, en casos más graves, a la interrupción de sus actividades.