
Los directores ejecutivos son responsables de determinar la dirección estratégica de la empresa y garantizar que los objetivos se implementen de manera exitosa y funcional.
Con los cambios derivados de la pandemia y las transformaciones tecnológicas, los profesionales necesitan ser mucho más flexibles y adaptables a los nuevos contextos económicos, políticos y sociales para que la empresa pueda asumir un rol de liderazgo con una visión más humanista e innovadora en las relaciones.
¿Cuáles son las habilidades esenciales en el nuevo escenario?
Debido a COVID-19 y las respuestas adoptadas por los gobiernos de todo el mundo han cambiado fundamentalmente la forma en que vivimos y trabajamos.
A medida que los gobiernos de todo el mundo comienzan a reabrir sus economías y trabajan para definir cómo será la «nueva normalidad», sabemos que la vuelta al trabajo no será igual que antes. Esto significa que amplios sectores de la fuerza laboral, al menos de forma rotativa, seguirán necesitando teletrabajar o con horarios diferentes, incluso con la reapertura de los centros de trabajo. En este sentido, la crisis ha requerido liderazgos específicos para esta nueva era.
Inspirar y motivar a otros, mostrar integridad y honestidad, resolver y analizar problemas, impulsar buenos resultados y comunicarse con precisión son elementos clave para desarrollar este nuevo estilo de liderazgo.
Estos cambios de valores pueden generar cambios de comportamiento duraderos. Las empresas deben prepararse para una fuerza laboral que buscará más empatía, autenticidad y transparencia en sus líderes, habilidades que estos deben ser capaces de desarrollar. El bienestar mental también se generalizará y se integrará en las iniciativas de productividad.
En este nuevo contexto, cada vez más líderes y CEOs deben desarrollar una perspectiva integradora y asumir su liderazgo como agentes de transformación organizacional, además de acelerar un camino hacia una digitalización rápida y efectiva de los procesos y las personas.