La resiliencia en el trabajo es una cualidad muy valorada en todos los ámbitos del mercado laboral, especialmente durante la crisis que atraviesa el país. El problema es que no podremos aprovechar al máximo esta increíble habilidad hasta que comprendamos realmente su significado.

¿Quieres saber más sobre la resiliencia y cómo desarrollarla en el trabajo? ¡Sigue leyendo!

¿QUÉ ES LA RESILIENCIA?

Mucho se habla de resiliencia, pero poco de qué es la resiliencia en sí.

La resiliencia es un concepto de la física que se refiere a la capacidad de un material de volver a su estado natural después de haber sufrido alguna deformación; lo mismo ocurre con los seres humanos.

En el comportamiento humano, la resiliencia se define como la capacidad de recuperarse con facilidad ante la adversidad. En el ámbito laboral, significa poder recuperar el estado emocional normal incluso después de episodios de tensión, presión, discusiones y cualquier otra dificultad que pueda surgir.

Los profesionales que trabajan en grandes organizaciones comprenden que el trabajo diario puede ser exigente: presión por obtener mejores resultados, un mejor liderazgo, un mejor desarrollo del personal, reducción de gastos, optimización de recursos… Es una carga de trabajo enorme, especialmente con largas jornadas laborales 5 días a la semana. Por eso, quienes son resilientes poseen una habilidad tan valiosa.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TENER RESILIENCIA EN EL TRABAJO?

Cuando nos falta resiliencia o nuestras emociones no son lo suficientemente fuertes, es natural que nuestro rendimiento disminuya tras una situación adversa, como una discusión, la presión del jefe, la pérdida de un cliente o algo similar. La mente se queja y quienes no están preparados ceden a las quejas. 

La resiliencia en el trabajo te permite mantenerte productivo incluso ante la adversidad: sigues trabajando y esforzándote para producir y entregar lo que se necesita. Sin excusas, y quienes no las ponen llegan mucho más lejos.

¿CÓMO DESARROLLAR LA RESILIENCIA EN EL TRABAJO?

• Primero, tenga en cuenta que desarrollar la resiliencia es algo que se debe trabajar todos los días, no se puede construir de la noche a la mañana.
• Ten confianza en ti mismo y conócete a ti mismo; sabe hasta dónde puedes llegar y hasta dónde nunca podrás llegar.
• Desarrolla tu inteligencia emocional; identificar y gestionar tus sentimientos será clave para volver a tu estado “normal”.
• Sé empático; cuando puedes ponerte en el lugar del otro, tus relaciones se vuelven más fáciles, permitiéndote superar la adversidad con menos dificultad.
• Esté abierto al cambio; no vea el cambio como algo no deseado, sino como una nueva oportunidad para desarrollarse.
• Acepta los comentarios; puede que no siempre sean amistosos y que las críticas lleguen a tus oídos, pero en cualquier caso, intenta verlos como una oportunidad para mejorar, sin tomártelo como algo personal.
• Cultivar buenas relaciones; siempre es importante ayudar a mejorar la dinámica del equipo y aumentar la motivación de los empleados en general.
• Sé creativo; la creatividad será tu mejor amiga en momentos en los que ciertos problemas parezcan no tener solución.

CONCLUSIÓN

La resiliencia es una habilidad que la mayoría de las personas no tienen “gratis”, requiere un trabajo constante de desarrollo, aprendizaje y maduración — un camino lleno de altibajos, pero quienes deciden emprenderlo, tienden a cosechar sólo buenos frutos.

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